Ya hay fresias en los puestos de flores

Fecha
September 22, 2020
Temas
Poemas
Autor
CDP

¡Hola, suscriptores de este club! Acá Cata, con un pronóstico lamentable: no tenemos una nota sobre poesía. A veces la vida es muy complicada, una no es solamente la editora de un club delirante, quienes escriben no son solamente autores de este delirio y en el mundo exterior hay pandemias, abuelas, trabajos y flores. Un poco todo lo que hace la poesía, ¿no? Pero, como no quería dejarlos sin boletín, hice una selección de los poemas que mandaron al grupo de whatsapp ayer para festejar que llegó la primavera, porque aunque T.S. Eliot diga que septiembre es el mes más cruel, en las verdulerías hay mandarinas y hay frutillas, y en los puestos de flores hay fresias y entre todo eso y todos estos poemas un poco me da la sensación de que nada malo puede pasarnos en septiembre.

Cuidense mucho, nos vemos el martes próximo con una nota alucinante sobre el tema que nos convoca.

La paciencia es un arte difícil. Como un cuadro compone disonancias. Transfigura la fragmentación del instante. Su secreto, la continuidad del alba. No hay secreto que no sea interior. Aún en flor su encubrimiento prevalece. ¿Qué primavera dice su invierno? La primavera es. Voy a plantar esta almendra para dar testimonio de la paciencia. Hugo Padeletti Canción  ¡De qué callada manera se me adentra usted sonriendo, como si fuera la primavera! (Yo, muriendo.) Y de qué modo sutil me derramó en la camisa todas las flores de abril. ¿Quién le dijo que yo era risa siempre, nunca llanto, como si fuera la primavera? (No soy tanto.) En cambio, ¡qué espiritual que usted me brinde una rosa de su rosal principal! ¡De qué callada manera se me adentra usted sonriendo, como si fuera la primavera! (Yo, muriendo.) Nicolás Guillén Cabello en la ventana Desde esta ventana abierta hacia la primavera  la distancia es azul.  El cielo desmesurado no soporta su propio vacío  y clama por una relación con lo tangible.  El espacio está hambriento de algo concreto.  La primavera no puede admitir  el ostracismo político del conjunto.  Entonces llega mi hija con un espejo  y peina su pelo negro para el mundo. Joaquín Giannuzzi Catulo, 46 Ya la primavera trae sus tibios calores,  ya la furia del cielo invernal  empieza a callar ante las dulces brisas del Céfiro. Dejemos, Catulo, las llanuras frigias  y el fértil campo de la abrasada Nicea: volemos a las ilustres ciudades de Asia.  Ya desbocado mi corazón ansía viajar,  ya mis pies se robustecen ufanos de entusiasmo. Adiós, dulce compañía de amigos,  a los que, tras haber marchado a un tiempo lejos de casa,  caminos distintos, con variada fortuna, traen a ella. Catulo
En los zaguanessandalias embarradas:¡ya es primavera!門々の下駄の泥より春立ちぬ 一茶Kado-kado no geta no doro yori haru tachinuKobayashi Issa (小林一茶)